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martes, 7 de febrero de 2012

LA EDAD CONTEMPORANEA





La Edad Contemporánea es el periodo específico actual de la historia del mundo occidental (cuarto periodo de la Historia Universal, según la división europea de la historia) que se inicio a partir de la Revolución Francesa (1789 d.c.) y que sigue su proceso hasta el presente.

El inicio de la Edad contemporánea fue bastante marcado por la corriente filosófica de la Ilustración, que elevaría la importancia de la Razón. Había un sentimiento de que las ciencias irían siempre descubriendo nuevas soluciones para los problemas humanos y que la civilización humana progresaría cada año con los nuevos conocimientos adquiridos.

La Edad Contemporánea se inició en el siglo XVIII durante el estallido de la Revolución Francesa, en este periodo la filosofía dio una valorización a la ciencia y extendió su método científico a otras disciplinas, presentando las siguientes características positivistas, como el completo desprecio por todo lo que estuviera alejado de la experiencia sensible y concreta. La supervalorizacion de las Ciencias como modelo supremo del saber y preocupación exclusiva de estudiar apenas aquello que puede ser útil para el hombre. Los hombres confirmaron sus ideas comparándolas con la realidad concreta, con la experiencia sensorial. El hombre abandona las consideraciones de las causas y los porque de los fenómenos ocurren y pasa a analizar los procesos, las leyes bajo las cuales estos fenómenos.

Hechos de la Edad Contemporánea


La historia de la Edad Contemporánea comprende el espacio de tiempo que va desde la Revolución Francesa hasta nuestros días. La época contemporánea o Edad Contemporánea está marcada, en general, por el desarrollo y la consolidación del sistema capitalista Occidental durante las Revoluciones Industriales, y por consecuencia por las disputas de las grandes potencias europeas por territorios, materias primas y mercados consumidores.

Durante la Edad contemporánea se produjo la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, este evento de las guerras mundiales, llevo a un gobierno de escepticismo al mundo, con la percepción de que naciones consideradas como avanzadas e instruidas eran capaces de cometer atrocidades dignas de barbaros. De allí se desprende el concepto de que la clasificación de países desarrollados y países subdesarrollados tiene una aplicación limitada.



Concepto de Edad Contemporánea

Desde el punto de vista de la ciencia histórica y desde la perspectiva occidental, el término Edad Contemporánea se ha venido empleando comúnmente en los países latinos y anglosajones como unidad de estructura metodológica, para designar el periodo que va de 1789 a nuestros días. La denominación nace en la historiografía francesa, para quien la Revolución de 1789 constituye el momento fundamental en la Historia reciente de la humanidad.

En el mundo germánico, el periodo de la Historia que va desde finales del siglo XVIII a nuestros días, tiende a ser considerado como una continuación de la Edad Moderna, ya que la Revolución Francesa o la Independencia de las colonias británicas de Norteamérica, son consideradas como hechos históricos importantes, pero simple reflejo de las características de la Modernidad. La historiografía alemana considera que la Edad Moderna abarca desde el siglo XVI a nuestros días, y denomina este periodo corno la Modernidad.

Esta última concepción comienza tropezando con la sugerencia de lo contemporáneo, como referida a algo que es actual y nuestro. En este sentido, el término ha hecho fortuna, y aun reconociéndose sus inconvenientes, resulta difícilmente desterrable.

Sin embargo, el concepto de la historiografía alemana tiene a su favor lo inadecuado que resultará dentro de cien años el término Edad Contemporánea, para referirse al período de la Historia que va desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XXI: los hechos históricos del siglo XIX, por ejemplo, no serán entonces contemporáneos.

En cualquier caso, de momento y mientras no se encuentre un concepto más adecuado para definir esta parte de la Historia, podríamos definir la Edad Contemporánea como el período que arranca a finales del siglo XVIII, con la época de las Grandes Revoluciones en el mundo occidental, y llega hasta nuestros días.

Características de la Edad Contemporánea

La Edad Contemporánea es ante todo época de revoluciones, entendiendo por revolución un cambio acelerado en el tiempo, que suele trastocar el orden establecido, y emplear generalmente medios violentos para conseguirlo.

La independencia de las colonias americanas de Gran Bretaña, España y Portugal, la Revolución Francesa, la Revolución comunista en Rusia y China, la revolución industrial y técnica, la revolución demográfica, las guerras mundiales…, nos permiten contemplar cómo, en algo más de dos siglos, la humanidad se ha transformado profundamente.

Desde finales del siglo XVIII se modificarán sensiblemente los modos de pensar y actuar de las personas, los sistemas y los regímenes políticos, la sociedad y la economía, la educación, el arte, las comunicaciones...

Estas revoluciones -culturales, políticas, sociales y económicas- comenzarán a gestarse en el mundo de las ideas a partir del siglo XIV; tomarán cuerpo durante los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, con el humanismo renacentista, la Reforma protestante, el racionalismo y el empirismo; y alcanzarán su realización durante los siglos XIX y XX.

Desde el punto de vista ideológico, podríamos afirmar que la Edad Contemporánea se caracterizará por las doctrinas liberales, socialistas y cientificistas, que darán pie a una visión individualista, colectivista y materialista de la realidad.

Desde el punto de vista político el mundo occidental durante la Edad Contemporánea se va a caracterizar por la existencia de tres tipos de regímenes políticos: el liberalismo, las democracias y los autoritarismos.

Desde el punto de vista de la organización de la sociedad, las revoluciones acabarán con la estructura jurídica de la sociedad del Antiguo Régimen, fundamentada en los Estamentos -Nobleza, Clero y Estado Llano-, para instaurar las clases sociales: una organización de la sociedad, no ya en virtud del linaje o de una misión específica en la sociedad, sino en la capacidad de las personas: capacidad económica, intelectual, política…

Desde el punto de vista económico, al mercantilismo dominante en los siglos anteriores al XIX, le sustituirán la economía capitalista y la economía estatalista, que no son sino la aplicación de la ideología liberal y socialista a la economía.

Etapas de la Edad Contemporánea

Alta Edad Contemporánea- Baja Edad Contemporánea

Desde un punto de vista metodológico, y desde la perspectiva occidental, podríamos dividir la Edad Contemporánea en Alta y Baja Edad Contemporánea. La primera podríamos situarla cronológicamente de 1776 a 1870, la segunda de 1870 a nuestros días.

Se escogen estas fechas por tener un valor simbólico: en 1776 se inicia la guerra por la independencia de las colonias británicas de Norteamérica, y en 1870 se fraguó la unidad de la actual Alemania e Italia.

Alta Edad Contemporánea (1776-1870)

Desde el punto de vista de las relaciones internacionales, la Alta Edad Contemporánea podríamos subdividirla en dos períodos. El primero se caracterizaría por cobijar algunas de las más importantes revoluciones de la Edad Contemporánea; podríamos denominarlo período de las Grandes Revoluciones, y situarlo cronológicamente de 1776 a 1815. El segundo periodo se caracterizaría por ser una época de relativa paz en las relaciones internacionales; podríamos llamarlo, por tanto, periodo de la Paz Relativa, y situarlo cronológicamente de 1815 a 1870.

Las Grandes Revoluciones (1776-1815)

El año de inicio de la época de las Grandes Revoluciones podemos situarlo en 1776 con la independencia de las colonias británicas de Norteamérica, y el año de terminación podríamos colocarlo en 1815 con el Congreso de Viena.

Desde el punto de vista geográfico, estas revoluciones afectarán principalmente al continente americano y europeo, de ahí que se llame también este período como el de las Revoluciones Atlánticas.

Esta etapa se va a caracterizar por una serie de conflictos internacionales de tal envergadura, que establecerán un nuevo orden mundial en la sociedad, en la política, en la cultura y en la economía de la mayoría de las naciones occidentales.

Los sucesos de mayor trascendencia serán: la Independencia de las colonias británicas de Norteamérica (1776-1783), la Revolución Francesa (1789-1799), la etapa napoleónica (1799-1815), y el inicio de la Independencia de las colonias iberoamericanas (1810-1825).

La Paz relativa ( 1815-1870)

Este período se puede enmarcar entre 1815, etapa de la Restauración, y 1870, año de la unificación de Alemania e Italia

Desde el punto de vista geográfico, esta etapa de la Alta Edad Contemporánea influirá prácticamente en todo el mundo.

La etapa de la Paz Relativa se caracterizará porque durante más de medio siglo los conflictos internacionales serán pocos, aislados, y de corta duración, predominando las relaciones pacíficas entre las naciones. En buena medida porque las naciones occidentales estarán centradas principalmente en el intento de implantar los principios del liberalismo y asegurar la consolidación de esos principios en la política interior.

Los sucesos de mayor trascendencia de esta época serán: la Restauración en Europa (1815¬1830), la independencia de las colonias iberoamericanas (1810-1825), los ciclos revolucionarios liberales en Europa (1830-1848), los Nacionalismos de consolidación en Iberoamérica (1825-1848) y Estados Unidos (Guerra de Secesión: 1861-1865), los Nacionalismos unificadores en Italia y Alemania (1870).

Baja Edad Contemporánea (1870-)

Desde el punto de vista de las relaciones internacionales, la Baja Edad Contemporánea podríamos subdividirla también en dos períodos. El primero se suele denominar la Paz Armada, y cronológicamente podríamos enmarcarlo de 1870 a 1914. El segundo periodo podríamos titularlo etapa de las Grandes Guerras, y situarlo cronológicamente de 1914 a nuestros días.

La Paz Armada (1870-1914)

Suele denominarse periodo de la Paz Armada los años que transcurren entre la unificación de Alemania e Italia (1870), y el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914).

Geográficamente este fenómeno histórico afectará los cinco continentes.

Se caracterizará por ser una etapa en la que se lleva a cabo una gran apología de la paz, se multiplican las relaciones entre los Estados por medio de Congresos y Exposiciones Universales, se restablecen las Olimpíadas como un símbolo de la unidad de los pueblos...

Simultáneamente, se incrementan las desavenencias entre las grandes potencias por la hegemonía mundial o colonial, que se resolverán diplomáticamente en casi todos los casos. Estas desavenencias aumentarán la desconfianza entre las naciones, fomentarán una carrera armamentista sin precedentes -no tanto con el propósito de agredir, sino para mantener en alto el prestigio y los intereses de la propia nación-, y motivarán la creación o fortalecimiento de alianzas entre las grandes potencias: alianzas que tienen buen cuidado de aparecer como defensivas, y destinadas precisamente a salvaguardar la paz.

Los sucesos internacionales más importantes de esta época serán: el enfrentamiento entre Gran Bretaña y Rusia por la hegemonía mundial; la aparición de una Alemania que primero quiere consolidar su reciente unión, para convertirse después en la primera potencia europea, y disputar a continuación la hegemonía mundial a Gran Bretaña y Rusia; el choque de intereses coloniales en África y Asia entre las grandes potencias; los conflictos nacionalistas en los Balcanes..

Las Grandes Guerras (1914-...)

De 1914 a nuestros días, el mundo se verá inmerso en tres grandes conflictos bélicos, que han marcado dramáticamente el siglo XX y la historia de la humanidad: la Primera y Segunda Guerra Mundial, y la Guerra Fría; permitiéndonos hablar de un periodo de Grandes Guerras, por su intensidad, por su extensión, y por su repercusión sobre la humanidad.

Junto a las Grandes Guerras, encontraremos también en este periodo otros fenómenos importantes para las relaciones internacionales como los Totalitarismos de entreguerras (1919-1939), y la Descolonización (1946-...).

Esta etapa de la Historia más reciente será también la época de creación y consolidación de las grandes instituciones supranacionales -Sociedad de Naciones y Naciones Unidas, entre otras-; contemplará el hundimiento del bloque comunista europeo y la propia Unión Soviética, abriendo un nuevo panorama en la Historia de las relaciones internacionales y de la misma humanidad en los umbrales del tercer milenio

jueves, 2 de febrero de 2012

EL DESCUBRIMIENTO DE PUERTO RICO

El descubrimiento y la Colonización de Puerto Rico




Fue durante su segundo viaje a las Américas que Cristóbal Colón llegó a lo que hoy es Puerto Rico. Cuando él y su tripulación arribaron en 1493 encontraron la isla habitada por algunos miles de indios arahuacos conocidos como Taínos. La población indígena le llamaba a la isla Borikén, pero Colón antes de continuar explorando más del Caribe, la llamó isla de San Juan Bautista.

Quince años más tarde un miembro del grupo de Colón regresó a la isla. Se trataba de Juan Ponce de León, el conquistador español que más tarde sería famoso por su infructuosa búsqueda de la fuente de la juventud. Ponce de León fue el primer gobernador español de la isla, supervisando una tropa de 50 soldados y un grupo de colonizadores. Los españoles prontamente descubrieron el puerto que hoy conocemos como San Juan, pero en ese tiempo le llamaron Puerto Rico. Con el pasar de los años, sin embargo, el nombre de la isla y del puerto se intercambiaron: Puerto Rico pasó a referirse a toda la isla, y San Juan al puerto y a la ciudad que creció a su alrededor.

Aunque el puerto ofrecía una localización hermosa, Ponce de León decidió ubicar el asentamiento en otro lugar. Seleccionó un lugar rodeado de árboles, montañas y pantanos a dos millas al sur del puerto, dándole el nombre de Caparra. Resultó que este lugar no era el ideal para la sede del gobierno ni para una base militar. Los pantanos hacían del lugar uno insalubre y difícil de llegar. Estaba localizado demasiado lejos del puerto, lo que dificultaba la transportación de bienes, y era difícil de defender. Los colonizadores solicitaron a Ponce de León mover el asentamiento, pero éste se rehusó. Sólo una orden del rey de España revocó la decisión de Ponce de León.

Los colonos escogieron como nuevo hogar una hermosa isla barrera a lo largo de la costa norte. Era un lugar excelente: pasaba por alto la entrada al puerto de San Juan; estaba abierta a los vientos que provenían del mar y tenía características tales como arrecifes dentados a lo largo del lado del océano y la orilla escarpada en el lado del puerto, lo que lo hacía una defensa natural. La transferencia de los colonos de Caparra a San Juan comenzó en 1519 y fue completada en 1521, año en el que Ponce de León abandonó Puerto Rico para colonizar la Florida.

Los taínos inicialmente recibieron y ayudaron a los españoles. Su amistad se convirtió en hostilidad, sin embargo, una vez los europeos incrementaron en número, empezaron a tomar sus tierras y a raptar a las taínas. Los españoles obligaron a muchos taínos a trabajar como esclavos en minas de oro y producción de cosechas. Estos tipos de trabajos, más las enfermedades que los europeos trajeron consigo llevaron a la población indígena hacia la extinción. Aunque al principio los taínos estaban temerosos de luchar porque creían que los españoles eran inmortales, rápidamente se dieron cuenta de que no lo eran cuando unos taínos ahogaron a un soldado español. En 1511 los taínos comenzaron a rebelarse contra los españoles, pero sus armas primitivas, achas de piedra y flechas eran inefectivas comparadas con las armas de fuego de los españoles. Después de los taínos ser derrotados, muchos se fueron a las Antillas Menores, islas del Caribe más pequeñas que se encuentran al sudeste, donde unieron fuerzas con los caribes que eran una tribu feroz de indios sudamericanos que anteriormente habían sido enemigos de los taínos. Juntos comenzaron una campaña de terror y hostigamiento contra los colonos españoles por cerca de un cuarto de siglo.

Puerto Rico pasó a ser conocida como la puerta a las Indias, nombre que la gente utilizaba para referirse a las islas del Caribe. Aunque la isla no poseía mucho oro ni plata, los oficiales españoles aún reconocían que era importante. Debido a las corrientes oceánicas y a los vientos, tanto la flota como los galeones pasaban cerca de San Juan según comenzaban sus viajes mercantiles a través del Caribe. La localización estratégica de Puerto Rico también ofrecía acceso relativamente fácil a las tierras que el imperio español reclamaba para sí. Los oficiales del gobierno decidieron que para proteger las tierras que habían tomado en Centro y Sur América, incluyendo su ruta mercantil en el Caribe, debían establecer uno de sus fuertes más importantes en la isleta de San Juan, lo que hoy se conoce como el viejo San Juan.